De aprendiz a tutor
Tras finalizar mi formación como aprendiz en Technoflex, tuve la oportunidad de continuar mi carrera como ingeniero de desarrollo en los laboratorios Bioluz (filial del grupo Technoflex). Ahora vuelvo a formar parte de Technoflex, y ahora me toca a mí hacer de tutor de un aprendiz. Mi experiencia me ayudará a transmitir la mayor cantidad de conocimientos y consejos prácticos posible.
Aquí, los aprendices se ven de manera casi inmediata confrontados a problemas concretos. Tienen que aprender a responsabilizarse, ya que intervienen en proyectos sensibles y, a veces, en puntos cruciales.
Durante el primer año, deben asimilar el funcionamiento de nuestro servicio I+D y adquirir los rudimentos técnicos fundamentales para comprender nuestra profesión. Se trata de un año cargado de descubrimientos que tiene su importancia, pues permite adquirir una buena autonomía con mayor rapidez. La clave de la formación es poder confiar al aprendiz, en su segundo o tercer año, un proyecto que le ayude a validar su titulación y familiarizarse con su futuro trabajo.
En mi opinión, ser tutor de aprendizaje no consiste en mimar al futuro titulado, sino fijarle objetivos graduales, adaptados a su ritmo de evolución, para que pueda alcanzar el nivel requerido y ser competente al término de su formación. Se trata de una experiencia enriquecedora, tanto para el estudiante como para el tutor.