Los tres procedimientos de esterilización terminal
La autoclave aire-vapor, comúnmente utilizada en el ámbito farmacéutico, posee un sistema de ventilación que garantiza la circulación de los fluidos. El calentamiento se realiza mediante la inyección directa de vapor saturado en la cámara de esterilización. Para el enfriamiento, los intercambiadores térmicos internos de la autoclave se llenan de agua fría y la circulación de aire enfría la carga.
Los otros dos procedimientos (autoclaves de cascada o espray) consisten en asperjar la carga con agua. El agua, sobrecalentada en la fase de calentamiento, es enfriada durante la fase de enfriado. La única diferencia entre ambos sistemas es que, en el primero, la gravedad se encarga de repartir los fluidos y, en el segundo, el agua es rociada mediante boquillas de aspersión.
Cada procedimiento implica una serie de requisitos a la hora de instalar la carga. Una manera de instalar la carga es la superposición de las bolsas, como si fueran tejas, sobre las bandejas de esterilización de una autoclave aire-vapor. Hay que tener cuidado, sin embargo, de dejar suficiente espacio entre las bandejas para permitir una idónea circulación del aire. Esta técnica es incompatible con las autoclaves con sistema de espray o cascada, puesto que la superposición de las bolsas perturba la circulación de los fluidos caloportadores. En este caso, hay que extenderlas sobre las bandejas, unas junto a otras.
