El boom de la industria farmacéutica argentina

Durante los noventa, muchos laboratorios acudieron a Argentina atraídos por unos costes de producción que les permitieron hacerse con el mercado local. Sin embargo, a principios de la década 2000, con la irrupción de los genéricos, la tendencia se invirtió. Los laboratorios nacionales reconquistaron el mercado nacional y, en la actualidad, el 70% de los fármacos consumidos en Argentina son producidos localmente.

El país cuenta hoy con más de 200 laboratorios que en 2013 generaron un volumen de negocios de 3,3 mil millones de euros contra los 2,5 de 2012. El mercado argentino registra un crecimiento del 23% que le coloca en segundo puesto tras Venezuela y lejos por delante de Brasil. Argentina fue el primer país suramericano en aplicar las recomendaciones de la OMS sobre buenas prácticas de fabricación y normas de control. Hecho que lo convierte en un destino atractivo para los ensayos clínicos.

Las biotecnologías tampoco se quedan atrás con un centenar de empresas en el sector, el 93% nacionales. En 2013 el país presentó sus investigaciones sobre la regeneración de la piel, así como el desarrollo de proteínas recombinantes. Argentina tiene previsto inaugurar este año una fábrica destinada a la producción de anticuerpos monoclonales para le tratamiento del cáncer y las enfermedades autoinmunes. Esta unidad de producción, resultado de una colaboración entre sector público y sector privado, será la primera en su género en América Latina.

No obstante, aun quedan algunos obstáculos por superar, como el volumen de inversiones en I+D. Las inversiones han de ser incrementadas para aumentar la capacidad del país a la hora de producir moléculas innovadoras. Por último, las capacidades de producción local, que hoy no pueden competir con las de los fabricantes chinos o indios, también habrán de aumentarse. Estas medidas permitirán a Argentina mantener su impulso y aumentarán su competitividad frente a las multinacionales farmacéuticas.