La nanotecnología revoluciona la medicina
La nanotecnología, mencionada por primera vez en 1959, fabrica, transforma o ensambla objetos a escala nanométrica (milmillonésima parte de un metro). Un procedimiento que tiene numerosas aplicaciones en sectores como la electrónica, la alimentación o el desarrollo sostenible. En el ámbito médico, la alianza entre la investigación y la nanometría ha abierto perspectivas esperanzadoras en términos de diagnóstico, enfoques terapéuticos o también para la mejora de la eficacia de los medicamentos.
En el ámbito de la imagen médica, ya se están explotando las propiedades de las nanopartículas de óxido de hierro y de las nanopartículas fotoluminosas. Estas también reciben el nombre de «punto cuántico» y actúan como producto de contraste iluminándose en presencia de células cancerosas. Otros nuevos sistemas de diagnóstico en miniatura acaban de demostrar su eficacia: muy fáciles de utilizar, basta con depositar una simple gota de sangre o saliva en el nanodispositivo, que se encargará de analizarla en tan solo 10 minutos. Los datos, procesados por un programa informático, son mostrados en un ordenador. Es el principio de los «chips laboratorio» (lab on a chip, LOC), una nueva generación de dispositivos de análisis que acaban de dar buenos resultados en la búsqueda de anomalías moleculares y a la hora, por ejemplo, de identificar cáncer de mama. La detección precoz de este cáncer, antes de que aparezcan los síntomas, es esencial. Los chips laboratorio son muy fáciles de utilizar y ofrecen un diagnóstico rápido reduciendo considerablemente los costes y los riegos de manipulación.
Vehiculos miniaturas para principios activos
En materia de administración de medicamentos, las nanotecnologías han permitido el desarrollo de un enfoque terapéutico innovador, la vectorización de medicamentos. La innovación reside en la miniaturización de las estructuras que contienen el principio activo. Estas se presentan en forma de cápsula o esfera con un agente integrado para reconocer la célula objetivo. El conjunto vehicula el principio activo protegiéndole del sistema inmunitario del cuerpo humano. Los nanomedicamentos, inyectados por vía intravenosa, actúan como un caballo de Troya. Gracias a su tamaño nanométrico, se introducen en el interior de las células para liberar la molécula activa. La acción del medicamento se concentra en su objetivo, disminuyendo por tanto la toxicidad para las células sanas y atenuando los efectos secundarios.
Desde un punto de vista normativo, las agencias responsables de evaluar las solicitudes de autorización de comercialización, a día de hoy, no han adoptado una normativa específica. Los 230 productos resultantes de las nanotecnologías ya comercializados o en proceso de comercialización están sujetos, por tanto, a las mismas exigencias que los medicamentos convencionales.
En 20 años, las primeras generaciones de nanomedicamentos han sido integradas con éxito en la rutina clínica y los progresos recientes han modificado el paisaje de la medicina tradicional. Sin embargo, la nanotecnología todavía no ha expresado todo su potencial y sigue habiendo muchos campos por explorar: la regeneración de tejidos, las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas o las enfermedades infecciosas. Las posibilidades son infinitas.
