La promesa de las bioterapias

Flexmag07-Perspectives01Desde la comercialización en los años 80 del que fuera el primer biomedicamento –la insulina–, la industria biofarmacéutica ha recorrido un largo trecho. Los biomedicamentos han hecho progresar la prevención de enfermedades graves mejorando la vida de numerosos pacientes. Estas vías terapéuticas abren nuevas perspectivas para una medicina cada vez más personalizada. ¿Esperanza para las patologías graves y mortales?

La producción de biomedicamentos se basa en la ingeniería de los organismos vivos. Los biomedicamentos, a diferencia de los medicamentos clásicos de síntesis química, son obtenidos a partir de células vivas o derivados de organismos vivos. Se habla entonces de «biosíntesis». Los medicamentos biológicos presentan características moleculares complejas debido a su tamaño, su conformación espacial y su fórmula química. La familia de los biomedicamentos se divide en tres categorías principales: las proteínas de sustitución que cubren un déficit del cuerpo humano, las vacunas y los anticuerpos terapéuticos. Estos últimos representan por si solos casi la mitad de los biomedicamentos. En 2013 se comercializaron más de 168 biomedicamentos en Francia, 9 de ellos eran nuevas moléculas.

Se acabaron los biomedicamentos obtenidos por extracción de órganos o tejidos vivos: en la actualidad se producen en un entorno confinado y controlado llamado «biorreactor». El objetivo es evitar los riesgos de dispersión en el ambiente. Gracias a los organismos genéticamente modificados denominados «células fábrica» ya no es necesario recurrir a las materias primas biológicas humanas y animales. Este procedimiento permite producir biomedicamentos sofisticados a escala industrial. Este es el caso de las vacunas, proteínas…

Otros productos biológicos: los derivados sanguíneos. Debido a su origen humano, constituyen una fuente potencial de transmisión de agentes patógenos. Sin embargo, los avances obtenidos en las tecnologías de extracción y purificación han aumentado el nivel de pureza y calidad de los productos, abriendo nuevas perspectivas para los concentrados. Los medicamentos derivados de la sangre (inmunoglobina, albumina, etc.) responden a necesidades terapéuticas importantes y su demanda no cesa de aumentar.

Hacia una terapia «a medida»

Los biomedicamentos son especialmente eficaces en el caso de las enfermedades raras (entre el 4 y 6% de la población). Los tratamientos tienen en cuenta las características genéticas del paciente. Este enfoque terapéutico, que se focaliza en el paciente más que en la enfermedad, supone una concepción novedosa de la medicina y la salud. Ya no se trata de observar los efectos de un nuevo tratamiento en el enfermo, sino de encontrar un remedio para corregir la disfunción identificada. Con más de 800 moléculas en desarrollo en 2013, los biomedicamentos ocuparán un lugar cada vez más relevante en el tratamiento terapéutico. ¡El futuro promete!

En cifras:

  • Entre 7 000 y 8 000 enfermedades huérfanas; la mitad afecta a niños menores de 5 años
  • Un mercado de 5 300 millones de euros en Francia en 2013
  • Un mercado mundial de cerca de 500 000 millones de dólares en 2020